Cuando hablamos de un sistema operativo por lo regular Windows es la primer palabra que se nos viene a la mente, pero con el pasar del tiempo Linux se ha ido posicionando como otra alternativa bastante funcional y positiva que realmente vale la pena considerar al momento de una instalación.
Para iniciar debemos dejar de pensar que tendríamos que saber demasiado sobre el tema para lograr manejarlo y sacarle provecho, pues la realidad nos demuestra que el sistema se ha perfeccionado de forma tal que sus asistentes de configuración y entorno gráfico son accesibles incluso para novatos.
La rapidez y estabilidad de Linux es otro punto a favor, además es muy sencillo conseguir aplicaciones gratis en la red lo que aporta una buena dosis de libertad con la que no cuenta otro software.
Al estar incluido el código fuente, el usuario tiene la posibilidad de hacer modificaciones en base a sus propias necesidades y preferencias, además se puede manejar tanto como un buen servidor de red como una estación personal poseedora de una interfaz gráfica de calidad.
Si lo que nos preocupa es la seguridad, los desarrolladores de este software se han ocupado de que sea lo suficientemente apto para que ni virus ni hackers puedan hacer el daño al que nos exponemos regularmente con el uso de otros sistemas operativos.
Reiniciar o formatear el computador es algo que puedes dejar en el pasado ya que como se mencionaba inicialmente la estabilidad de este S.O hace que se mantenga al día en actualizaciones y funcione todo el tiempo sin ocasionar esos molestos inconvenientes que a veces logran sacarnos de quicio.
Tanto profesionales como personas del común pueden darle una oportunidad para contar con una opinión un poco más estructurada de su efectividad y eficacia.