La escuela es un lugar donde pasas los primeros años de tu vida aprendiendo un resto de cosas que más tarde te das cuenta que en realidad no te sirven para nada; algunas de ellas porque simplemente se te olvidan y otras porque no aplican a lo que te dedicas actualmente.
Sin embargo, con los años te das cuenta que hay lecciones más importantes que nunca te enseñaron en la escuela o en colegio y que te las enseña la vida, muchas veces por medio de problemas, golpes o sufrimiento y que sea como sea las terminas aprendiendo. Es ahí donde te das cuenta que la escuela te prepara para conocer el mundo y las cosas que te rodean, también te prepara para desempeñar un trabajo, pero nunca te prepara para vivir realmente.
Hace un tiempo encontré esta interesante lectura en la cual se resumen 50 cosas que no te enseñan en la escuela y que la vida y el tiempo se encargan de darte a conocer; a lo mejor hay muchas más cosas, pero las que leerás a continuación resultan muy interesantes, incluso hasta puede que te sientas identificado/a con alguna de ellas.
1. La vida no es justa
Ocurren terremotos, inundaciones, plagas, la genética no es justa, los buenos no siempre ganan, los bobos tienen puestos altos aunque no es de mi interés hablar hoy de política, tener el apellido correcto después de tu nombre te resuelve muchos problemas y los genios que ayudan al mundo se enferman. Que paso con sino el físico más famoso uno bastante reconocido Stephen Hawking, hasta su adolescencia era una persona saludable, brillante, tiempo después le dijeron que tenía una enfermedad rara sin cura y que se iba a poner peor.
¿Tú crees que estas mal? Ya basta, enserio ya basta. Hay gente que todos los días se levanta y no tiene que comer y sabes que son muy viejos para ir a trabajar viven de lo que otra gente les da porque ya no tienen familia y duermen en la calle aunque haga frío, calor, truene, llueva o caiga nieve; hay gente con enfermedades terminales viviendo en las condiciones más precarias que puedas imaginar, personas paralizadas o sin algún miembro de su cuerpo porque sufrieron un accidente en el que ellos ni siquiera tuvieron que ver, pero por azar del destino les toco. O que tal los niños que nacen con SIDA, que culpa tienen ellos, son unos seres que no tienen la mas mínima idea de lo que es pero lo tienen. ¿Y tú crees que tu vida es injusta?
Olvida el remordimiento o tu condición.
No puedes controlar lo injusto, pero puedes controlar tu reacción. Volviendo al caso de Stephen Hawkings, conociendo el que tenía tiempo de vida limitado, pudo haberse deprimido y suicidado, igual se iba a morir y no había cura su cuerpo empezaba a deteriorarse progresivamente y ya no iba a poder seguir caminando o hablando. ¿Y crees que eso le importo? Lo que hizo el fue darse cuenta que la vida es injusta, y no puedes hacer nada para cambiarlo. Se dio cuenta de que su tiempo era limitado y empezó a disfrutar de la vida presente.
Acepta las cosas y busca formas de balancear tu situación. Ama la vida por lo que es no la juzgues. No hay cosas malas o buenas, solo hay hechos, no juzgues. Quejarte no ayuda en nada, tienes que hacerte responsable de las cosas y buscar la manera de solucionar los problemas, siempre hay una manera aunque no sepas cual es en ese momento.
Tú eres responsable de tus acciones, tienes que trabajar por dinero, tienes que reparar algo que quebraste, no obtienes las recompensas que los demás obtuvieron cuando tú estabas viendo tele, nada de esto es injusto.
Lo que pasa es que muchas personas creen que son especiales, creen que merecen todo tipo de lujos o comodidades sin haber hecho algo. Y cuando no obtienen lo que esperan se decepcionan. Tu decepción no le importa a nadie, no te ayuda en nada sentirte así. No obtener lo que quieres no es injusto. ¿Sabes que te ayuda? Ver en que fallaste, corregirlo y volver a intentarlo. Te vas a sentir bien cuando lo hayas hecho, eso si va a cambiar tu estado radicalmente. Pregúntate que te ayuda más sentirte decepcionado acerca de tu situación o ponerte a solucionarla. Y si la solución no te ayuda en nada, por lo menos te ayudara a no sentirte decepcionado.
Vas a tener que enfrentar retos que vas a fallar, desilusiones, frustraciones, situaciones difíciles.
De hecho considérate afortunado porque la sociedad de hoy en día tiene muchas ventajas que antes no había, hoy si te enfermas de gripe no vas a morir, existe la medicina que está muy avanzada y puede curarte casi de cualquier enfermedad, no tienes que ir a cazar mamut para comer o ir a recolectar tus semillas, basta con que vayas al supermercado y ahí las encuentras, o tener que vestir pieles de animales como ropa ya puedes elegir tus diseños en las tiendas o por internet. Antes si nacías esclavo morías esclavo, ahora puedes nacer pobre y tienes la misma oportunidad que todos para superarte. Además ya no hay tortura o crucifixión, hasta lo que yo sé.
2. Al mundo real no le importa tanto tu autoestima como a tu escuela. El mundo real esperará que logres algo antes de que te sientas bien sobre ti mismo.
Tu éxito dependerá de tu preparación, habilidades y de tu confianza. Tal vez hoy vives en el mundo en donde si fallas te darán un abrazo y palabras de aliento para animarte. Pero en el mundo real el fracaso se topará con situaciones como “estás despedido” o “estás muerto”.
Tu mamá no siempre estará ahí para ayudarte, o tu papá o tu familia. Tendrás que valértelas por ti sólo; sí, tú contra el mundo.
La sociedad de hoy protege mucho a los niños en las escuelas, a través de los profesores, terapeutas, trofeos, calificaciones que regalan y no que se ganan, y rostros felices. Los encierra en una burbuja donde no les permite ver que el mundo también está lleno de frustraciones, retos, victorias, derrotas y caídas.
3. Disculpa si no ganas 60 mil dólares al año después de que salgas de la escuela. Y no serás vicepresidente o tendrás el carro de la compañía. Incluso puede que tengas que usar un uniforma que no sea de diseñador.
Hoy en día muchos jóvenes recién salidos de la escuela colisionan con lo que son sus expectativas irreales y la realidad. No creas que en 6 meses o en 1 año de trabajo serás el gerente o presidente de una compañía, el mundo no funciona así.
Las cosas hay que ganárselas y no va a ser cuestionan de unas pocas horas o unos meses, te puede tomar años e incluso ni siquiera así lo lograrás. ¿Pero que más queda? Si no lo intentas la posibilidad de tener éxito será de cero.
4. No te lo mereces
Desde la pantalla de plasma de 42 pulgadas, hasta el Iphone más nuevo, el carro súper deportivo de tus sueños, una laptop, un condominio. Si los quieres tienes que merecerlos. Tendrás que trabajar por ellos para poder pagarlos.
Esto puede ser algo impactante para estás generaciones nuevas, donde casi todos los días ven en la televisión como las cosas se obtienen de la forma más fácil, los actores tienen el mejor carro y el mejor puesto de su compañía, sean de vacaciones a lugares exóticos, pero nunca muestran el lado duro de la vida. Donde ellos también tienen que trabajar arduamente para poder adquirir todo ello. Pero todo esto parece ser una sorpresa para las recién nacidas generaciones.
5. No importa lo que tu papá dijo, no eres una princesa…
Incluso si tu papá te consciente, te da dinero para comprar ropa de diseñador, para armar tus grandes fiestas privadas, te regala un carro u otros regalos muy costosos.
¿Y qué pasará cuando crezcas? Más vale que tus papas continúen pagando tus cuentas cuando seas grande; más vale que te cases con un millonario, que te ganes la lotería o que des en el clavo con la cura del cáncer o el sida. De otra manera como pagarás por todo lo que exige tu vida de princesa.
Todos somos humanos, nadie es mejor que otro, somos iguales. Nadie es especial. Pero es cierto que tus acciones te diferenciarán del resto.
6. No, no puedes ser todo lo que sueñes…
A menos que tengas el talento (o lo desarrolles), la educación y el compromiso para trabajar por él.
Alguien que nació mudo no podrá convertirse en la siguiente Jennifer López, alguien que nació con dificultades para ver difícilmente será un piloto. No cualquiera que quiera ser un soldado tendrá la condición física.
Desafortunadamente muchos padres e hijos continúan estancados en la negación, en vez de cambiar de estrategia para lograr algo mejor dentro de sus posibilidades.
Recuerda soñar y pensar en grande, pero date cuenta que tu éxito será determinado, no por el tamaño de tus sueños, sino por tu trabajo, estudio y perseverancia.
7. Si crees que tu maestro es duro, espera a tener un jefe. Él no será suave, tenderá a ser un poco más enérgico. Cuando te equivoques no te va a preguntar como te sientes por eso.
El trabajo y la escuela son muy diferentes. Tu maestro y tu jefe también. Cuando tu jefe venga de mal humor, lo expresará. Tu jefe tiene un jefe que espera resultados, y siempre se te estarán exigiendo más resultados. Así que a tu jefe no le importará como te sientas, tu obligación es cumplir con tu trabajo independientemente de cualquier cosa.
Además en lo laboral a diferencia de la escuela, la competencia se vuelve más dura, ya no estás compitiendo con niños de tu salón. Ahora compites con profesionales de China, Alemania, Francia o Rusia, quienes no pasaron toda su infancia y juventud viendo televisión o descansando, sino aprendiendo.
Si te equivocas o haces algo mal repetidamente ya no le mandarán a hablar a tus papás y con un regaño todo se solucionará. Te despedirán o te descansarán de tu trabajo sin goce de sueldo, situación que te obligará a buscar nuevas fuentes de ingreso si es que quieres seguir pagando tu casa, tu vestido y tu comida, o morir y dejar la vida
8. Tu ombligo no es tan interesante. No gastes tu vida quedándote viéndolo
El filósofo John Stuart Mill observó que la mejor forma de evitar la depresión es evitar ser absorbido. Las únicas personas que son felices, escribió, son aquellas que tienen sus mentes fijas en algo diferente a su propia felicidad: en la felicidad de otros, en la mejora de la humanidad, incluso en el arte. Enfocándose en algo más, ellos encuentran la felicidad en el camino.
En otras palabras, no encontrarás la felicidad dentro de ti.
9. Tu escuela pudo haber eliminado a los perdedores y ganadores. La vida no lo ha hecho.
En muchas escuelas ya no se fomenta la competencia, ni siquiera en los deportes. Se enfocan mucho más en el trabajo en equipo y se olvidan de este punto importante. Incluso en algunas escuelas reprobar ya no existe.
Lo cierto es que el esfuerzo es tan importante como los resultados. La vida es competición en esencia, hay perdedores y ganadores. Algunos consiguen empleo, otros no. Algunos reciben un asenso, otros no. Algunos se quedan en la carrera universitaria que desean, otros no.
La educación pública de hoy en idea quiere hacer un mundo ideal en donde todos ganan y todos deben tener premios. A todos los estudiantes se les dice que son especiales y que tienen talento. Aunque lo anterior produce la paradoja de que si todos son especiales y tienen talento, entonces tal vez nadie es especial y nadie tiene talento.
El punto importante de esta regla es que el mundo es competencia, contra ti mismo y contra los demás. Más vale estar preparado.
10. La vida es más como un juego de quemados
Viene rápido; requiere de consciencia y habilidad, el resultado es impredecible, los débiles muchas veces pueden superar a los fuertes; involucra la eliminación y tiene perdedores y ganadores.
11. Después de que te gradúes no estarás compitiendo contra rivales que fueron criados para ser peleles en el campo.
Aquí el autor trata que en su país, Estados Unidos, se han eliminado de las escuelas los deportes de competencia o actividades como correr en el patio porque atentan contra la seguridad de los niños. De lo que no se dan cuenta (o lo saben pero lo dejan pasar) es que están encerrando a los niños en una burbuja de protección en vez de mostrarles el mundo tal como es. Los están educando para ser unos peleles.
Les prohíben practicar lo que a un niño lo desarrolla y lo hace aprender del mundo: el jugar. Esto los hace conocer su alrededor, les enseña a respetar la gravedad y a desarrollar experiencias para con el mundo real. Pero en vez de eso los padres y las escuelas prefieren ver a sus hijos y alumnos jugando en la seguridad de su casa frente a la computadora, celular o televisión todo el día; pasando de largo el daño que les están causando.
12. La humillación es parte de la vida. Lidia con ello.
Forma parte especial de la adolescencia. El mundo está lleno de vergüenzas, desde que eres malo para practicar un deporte en la escuela hasta que llegas a la pubertad y te empieza a salir acné.
Encerrar en una burbuja a los adolescentes es inútil. Las cosas son como son. Hay que aceptarlas y seguir.
Así que te colocas en posición fetal y te sientes mal por ti mismo o aprendes a lidiar con las personas pesadas que te quieren molestar y con el hecho de que algunas decisiones pueden tener malas consecuencias.
De vez en cuando una pequeña humillación puede ayudarte a aprender para evitar una humillación más grande.
13. No vas a ir a la NBA, aleja la ostentación y ahórranos la actitud
Nosotros reforzamos los estándares de buena conducta y le enseñamos a los niños como comportarse. En vez de enseñar nutrición, las escuelas prohíben cierto tipo de comida (con la asunción de que si no hay máquinas de soda en las escuelas, los niños no serán capaces de encontrar soda en cualquier otro lugar); en vez de enseñar y fomentar el pensamiento crítico, las escuelas ofrecen cero tolerancia.
Juega duro, intenta ser excelente, disfruta el camino y tu éxito. Pero recuerda que no importa que tan bueno seas, no estás exento de las reglas que gobiernan a las otras personas.
14. Verte como una persona libertina no te da poder
Los estilos de moda como los tops de tirantes, la ropa ajustada, los pantalones bajo la cintura, las playeras que dicen “¿quién necesita un cerebro cuando tienes esto?”, envían un mensaje muy específico a los machos con las hormonas alborotadas, y no es respeto y cuidado.
Aquí hay un problema con el liberalismo de los 60’s, cuando las mujeres pelearon contra ser tratadas como objetos sexuales.
Los padres se lavan las manos cuando sus hijos cometen éste y otra clase de errores. Quieren ser los amigos de sus hijos. Cometen el error de pensar que una buena relación no tendrá conflictos por mucho tiempo. Aparentemente, les importa menos las violaciones, las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados o lo que otros puedan decir de sus hijas en las redes sociales.
La era en la que las niñas podían contar con los adultos para protegerlas parece haber terminado. Ahora las niñas se les alienta a ser algo que no son. Por ejemplo, a las niñas de 11 años se les deja vestir como señoritas de 20.
15. Voltear hamburguesas no está debajo de tu dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para voltear hamburguesas. Le llamaban oportunidad.
Tampoco les avergonzaba ganar un salario mínimo. Se hubieran avergonzado de estar sentado frente a la computadora todo el día.
Tus abuelos entendían que hay dignidad en trabajar porque significa independencia. La realidad es que no eres independiente esta que estás pagando por tu comida, carro, ropa, renta, gas, luz, agua y otros gastos. Y la única forma en la que vas a poder hacer eso es trabajando. Tener un trabajo no es algo degradante.
Que empiezas desde abajo no significa que te quedarás ahí toda la vida. Lo importante es empezar. Comienza a aprender las habilidades, actitudes y los hábitos que te ayudarán a subir la cima económica.
16. Tus padres y tus hermanitos no son tan vergonzosos como tú crees. Lo que es vergonzoso es la ingratitud, la rudeza y los berrinches
Los berrinches se han vuelto el comportamiento universal de los adolescentes. Aunque nadie en la historia de la humanidad alguna vez haya visto a un adolescente berrinchudo y haya dicho “me gustaría ser más como ese chico.” Y esta clase de actitud no solo se ve en adolescentes, también en adultos.
También necesitas lidiar con el hecho de que ser avergonzado no es la peor cosa que te puede pasar, como ya dijimos en la regla 1, tienes vida, comida, vestido, todos los miembros de tu cuerpo, duermes dentro de un hogar.
17. Tus padres no eran tan aburridos antes de que nacieras como lo son ahora. Se volvieron así por pagar tus cuentas, transportarte, guardar para tu educación, limpiar tu cuarto y escucharte decirles que tan idealista eres.
Así que si te preguntan a donde vas y con quien, o que vas a hacer y se siente como que son unos intrusos en tu vida, significa que te quieren y se preocupan por ti. Tal vez hoy no lo entiendas, pero en un futuro lo harás. Si son molestos cuando preguntan esta clase de cosas, lidia con eso. Tienen que tener idea de con que clase de personas te juntas o a que lugares vas para darse una idea de quien serás cuando tengas 25 años. Algún día estarás agradecido. Y si no te preguntaron, estarás maravillado de porque no lo hicieron.
18. La vida no se divide en años/semestres. Y no hay vacaciones los veranos
Ni siquiera hay vacaciones largas de semana santa. En tu trabajo esperan que te presentes todos los días y hagas por lo que se te paga.
Es fácil tomar los cambios de estación, por 12 años ó más tu vida cambiaba al final de cada año o semestre escolar, las cosas terminaban, había calificaciones de cada materia, tenías nuevos profesores y compañeros en tu salón de clases. Pero la vida de un adulto no funciona de esa manera. Se mide en años o en décadas. No en semanas o meses.
En caso de que no esté claro esto significa tener que ir a tu trabajo 5 días a la semana de 8 a.m. (si trabajas por la mañana, porque te puede tocar trabajar por la noche) y no, no puedes tomarte descansos personas porque no te pagarán y puede terminar en un despido de tu empleo.
No todo será divertido o interesante porque los empleados no tienen la obligación de mantenerte entretenido o hacerte sentir bien. El año escolar puede durar cerca de 180 días, pero en la vida laboral tendrás que trabajar Junio, Julio y Agosto, incluso el día después de navidad y año nuevo.
19. No es cual de tus padres, si te equivocaste, tú eres el responsable.
Este es el otro lado de “es mi vida” y “no eres mi jefe” y las otras palabras que decías cuando eras adolescente.
El hábito de culpar a otra gente por tus problemas es fácilmente adquirido y difícil de dejar. Culpar a los demás es una excusa que pones para no hacerte responsable de tu vida.
Ser adulto es tomar la responsabilidad de tu vida en todos los aspectos de tu vida que te imagines, es tomar las riendas de tu economía, relaciones, salud, felicidad, etc.
20. Fumar no te hace ver bien… te hace parecer un tonto
Podrás tener la impresión de que fumar te hace ver más delgado y sexy. Tal vez lo hace, pero considera las desventajas: dientes amarillos, dedos manchados, aliento de cenicero, piel arrugada prematuramente, pulmones de carbón y eventualmente enfermedades del corazón. Y no muchos pueden continuar viéndose sexies cuando están respirando a través de un tubo.
Tampoco establezcas tu identidad con el mismo piercing que todos usan en la nariz, o usando la misma ropa que otros, escuchando la misma música y teniendo las mismas ideas. Tampoco los tatuajes se verán bien cuando tengas 50. Muchas de las cosas que parecen ser buena idea ahora… no lo son.
20B. Aunque creas que tienes una mamá fantástica, un director flojo y un consejo escolar inútil, el mundo no gira alrededor de ti o de tu necesidad para expresarte con un piercing en la nariz.
Esta es una historia real. Una niña de 13 años le pide permiso a su mamá para ponerse un piercing en la nariz. La madre se resiste al principio. Su hija después de todo es muy joven para tatuarse o tener un piercing. Pero su hija implora, hace berrinches, la sonsaca y la engatusa para que la dejen, finalmente la mamá que quiere ser su mejor amiga, cede.
Lo que pasa es que a esa edad y en su escuela eso va contra las reglas. Cuando las autoridades de la escuela le llaman la atención la chica se rehúsa a quitarse su nuevo pedazo de identidad. Ella reta al director de su escuela y le dan 5 días de suspensión en su casa.
Acostumbrada a que los adultos cedan y salirse con la suya, la niña justifica su piercing diciendo que se trata de una forma de expresión al consejo de la escuela.
“Toma mucho coraje defender en lo que uno cree”, el presidente del consejo le dice a la niña, demostrando su falta de autoridad para hacer validas las reglas de la escuela. “Y creo que hablo por todo el consejo cuando digo que creo que estamos orgullosos de ti”.
Dice la niña, “siento que es importante expresarme en un ambiente como la escuela. Siempre me enseñaron mis profesores, padres y compañeros que la escuela es un lugar para encontrar quien eres y a donde perteneces. Simplemente estoy haciendo lo que me enseñaron a hacer.”
Ciertamente lo estaba haciendo, este producto de la educación terapéutica. Aunque claramente no le habían enseñada a mostrar respeto por la autoridad. No estaba acostumbrada a pensar que esa palabra nunca aplicaría en ella directamente. Ni siquiera le enseñaron que había ocasiones en las que no sería capaz de tener todo lo que quisiera. O que tendría que esperar hasta que tuviera la edad en la que se le considera un adulto.
21. ¿Estás ofendido? ¿Y? No, enserio. ¿Y?
La voluntad de sentirte ofendido por las cosas más insignificantes no es un símbolo de consciencia superior, es una decisión ser una persona que se queja de todo.
Vivir en un país libre no significa que estás exento de molestias o que eres inmune a las cosas que te ofenden. Tampoco te da licencia para callar, reeducar u hostigar a la gente con la que estás en desacuerdo. Si quieres evitar ser ofendido, tal vez deberías alejarte de la sociedad.
No permitas que lo que digan otros determine lo que eres, lo que vales o lo que puedas hacer. Tampoco tomes las cosas personales.
22. No eres una víctima. Deja de quejarte.
Es fácil tomar este rol, mucha gente ama hacerlo. ¿Por qué? Porque significa nunca tener que pedir perdón, las víctimas nunca son responsables de nada, porque siempre hay alguien a quien culpar.
La vida no es tan mala como piensas. Intenta hacer el siguiente ejercicio:
Rellena el espacio vacío con la peor cosa que te haya pasado en la vida: _____.
En la lista de las víctimas genuinas, ni siquiera calificarías.
Los japoneses que fueron encerrados en los campos de Estados Unidos durante la segunda guerra mundial; las víctimas del holocausto; los armenios masacrados por los turcos, los musulmanes asesinados por los serbios; los esclavos que hicieron las pirámides; los sacrificios humanos de los aztecas; o los mártires que fueron quemados o privados de alguno de sus miembros en carne viva.
23. Algún día tendrás que crecer y salir de la casa de tus padres
Las últimas generaciones ya no quieren dejar la comodidad de la casa de sus padres aunque ya hayan terminado la escuela. Prefieren continuar dentro de su zona de confort donde tienen pocas o nulas responsabilidades.
Entre más pronto te prepares y salgas al mundo real, será menos duro. Asume que ya eres un adulto (si es que en verdad lo eres) y responsabilízate por tu ser. Tus padres no van a estar toda la vida para cuidarte.
24. La novia de Batman tiene razón: “No es quien eres por debajo, sino lo que haces lo que te define”
Las buenas intenciones no son suficientes; no basta con ser sincero. Tienes que tomar las decisiones correctas y hacer las cosas correctas. No basta con decir que amas a alguien, tienes que demostrárselo con tus acciones.
En pocas palabras tu pensamiento no es tu realidad, que creas que eres algo no significa que lo seas. Tienes que ser congruente con lo que piensas y lo que haces. Tus acciones te definen.
25. A Pi no le importa lo que pienses
Las matemáticas son duras y frías, no tienen sentimientos, pero verdaderas. Son hechos indiscutibles.
Un ingeniero puede soñar con el edificio más grande del mundo, pero si no conoce las propiedades mecánicas del acero su sueño se derrumbará como un castillo de arena.
Sin importar tu opinión, tus sueños, tus preferencias o tus argumentos, los números van a hablar y eso va a ser. Los números son directos y objetivos, no son opiniones subjetivas que tiendan a diferentes interpretaciones. Es por lo anterior que son una herramienta muy útil.
Un día cuando Lincoln estaba administrando la Guerra Civil preguntó: “¿Cuántas patas tiene un perro si le llamas a la cola una pierna?” Cuatro. Llamarle pata a una cola no la hace una pata.
26. La brújula moral no viene incluida en el equipo para la vida
La gente no siempre sabe distinguir naturalmente entre lo bueno y lo malo. En parte porque su educación no le fomentó valores nucleares, sino que le alentó a descubrir los propios valores que iban con su persona.
Que un valor tuyo no sea darle el asiento a una embarazada en el transporte público, no significa que no pase nada y todo esté bien. Significa que deberías hacerlo, independientemente de si ese valor es parte de ti o no. No es que creas que está bien hacerlo o no. Es lo que es. Aquí tus sentimientos no servirán mucho de guía moral y ética para definir la conducta correcta. Y ciertamente existen las conductas correctas y conductas malas. Es por eso que existen las leyes.
Regla Bonus: Entra basura, sale basura. Aplica para todo lo que escuchas y ves tanto como para lo que comes (y haces). Es simple, si tus entradas son basura, tus salidas serán basura. Piensa en un proceso de manufactura donde se quieren fabricar computadoras. En todo proceso productivo hay tres etapas. Entradas, transformación y salidas. Las entradas son los materiales que se utilizarán para elaborar la computadora (tablilla electrónica, carcasa, pantalla, disco duro, ventiladores, etc), la transformación son las actividades que se realizan para unir todos esos materiales y formar la computadora, finalmente la salida es la computadora.
Ahora imagina que tus entradas son de baja calidad, es decir, la tablilla electrónica principal o tarjeta madre es de baja calidad y algo quebradiza, la pantalla que usaste es de baja resolución y el disco duro se calienta mucho. ¿Crees que la computadora (salida) será perfecta? ¡Por supuesto que no! Utilizaste materiales de baja calidad no quieras tener un producto de alta calidad.
En cambio si utilizas productos de alta calidad es mucho más probable que las salidas vayan a ser de calidad. Este concepto es aplicable a tu vida en todos los aspectos. Si comes comida chatarra todo el tiempo, gasas saturadas y azúcar tu salud va a deteriorarse a diferencia de si haces ejercicio y te alimentas sanamente, tu salida será una vida saludable en este caso.
O si sólo expones tu cerebro a información inútil y negativa, tus salidas serán cosas inútiles y negativas. Es por ello que tienes que meter a tu cabeza cosas de calidad para obtener resultados de calidad. Imposible trabajar con basura y convertirla en oro puro.
27. Tus órganos sexuales no estaban destinados a participar en pensamientos de orden superior o en la toma de decisiones
La forma más fácil de hacerte pobre es embarazarte a una edad temprana. Las adolescentes que se embarazan tienen grandes posibilidades de dejar la escuela, no terminar la universidad y pasar una vida llena de dificultades, y no solamente económicas.
Hay que aprender a tener autocontrol sobre tus instintos. Una gratificación instantánea puede terminar en una vida llena de dificultades. Hay que ser prudente con tus decisiones y ver a futuro, no solamente dejarte llevar por la emoción del momento. Aprende a activar tu lado racional cuando estés pasando por momentos emocionalmente fuertes.
28. Alguien puede estar viendo
Cada vez que entras a las redes sociales como Twitter o Facebook no tienes idea de quien puede estar leyendo o viendo lo que publicas y no tienes algún control sobre como puede esto ser usado.
Subir fotos de tus borracheras y parrandas puede afectarte cuando te entrevisten para un trabajo que estás buscando y encuentren tu perfil social sólo para conocer un poco más de ti.
Todo lo que hagas en Internet puede tener consecuencias, no digas que no te lo advertí. Tu expediente está en Google.
Si bien es cierto que hasta cierto punto no te debe importar lo que los demás piensen, también debe importarte porque vives alrededor de ellos, no vives en un desierto solo. Está es una de las muchas paradojas de la vida.
29. Aprende a lidiar con la hipocresía
Un hipócrita es alguien que dice algo y hace otra cosa, pero por lo menos sabe que debería sonar como que está haciendo lo correcto.
Las personas tampoco se dividen en santos y pecadores. Son algo más complicado e interesante, son una mezcla de fortalezas, debilidades, perspectivas y puntos ciegos. Si buscas la perfección te decepcionarás.
Hay que encontrar el balance, recuerda que los modales le permiten a la sociedad sobrevivir a las fricciones que se tienen entre las personas que no se caen bien.
Los buenos modales incluyen ser amable con la gente que te molesta, sonreír y darle la mano a la gente que crees que es una tonta, pretender estar agradecido por tus regalos que no te gustaron y actuar interesado cuando un amigo te cuenta una historia aburrida pero que para él es muy emocionante. También significa ser amable con la que no conoces.
¿Es esto hipocresía? Es ser civilizado y deberías intentarlo.
30. Tolerancia cero = cero sentido común
Las políticas de cero tolerancia son el polo opuesto a desarrollar una sociedad de pensadores activos porque no requieren que pienses. Tienes que usar tu cerebro y cuestionar los hechos, no le creas todo a todos, averigua si las cosas son verdad o no.
Tener cero tolerancia sobre las situaciones te llevará a convertirte en alguien cuadrado que no analiza otros puntos de vista. Recuerda que es importante conocer la perspectiva de los demás. “El mapa no es el territorio”.
31. La gente desnuda se ve diferente en la vida real
No es como en la televisión o en las películas. Los cuerpos de las personas no son perfectos, vienen en varios tamaños y tienen diferencias.
Tener el cuerpo perfecto es una idea falsa que te venden los medios para que compres sus productos de belleza, para bajar de peso, para tener el mejor cabello, para limpiar tu piel, o lo que tú quieras con tal de que les des tu dinero. Es por ello que ligado a sus productos te venden la idea de la perfección. Algo irreal, pero que mucha gente se cree y pasa a formar parte de la sociedad consumista.
32. La televisión no es la vida real
Tus problemas no se resolverán en 30 minutos. En la vida real las personas tienen que dejar el bar o la cafetería para ir a trabajar.
En las películas los buenos le ganan a los malos, la justicia se sirve adecuadamente, los malos van a la cárcel, los romances funcionan, cuando hay involucrado un deporte siempre se gana al final, los conflictos se resuelven, cada episodio es un nuevo comienzo, entre muchas otras diferencias.
En la televisión raramente ves a las personas rezar, leer libros o confundirse con los detalles mundanos de la vida. Nadie tiene acné o verrugas feas y los dientes de todos se ven bien.
La televisión se vuelve entonces el modelo de vida a seguir, el modelo exacto de cómo debería ser tu existencia. La perfección a seguir. Y es entonces cuando comienzas a comprar tu vida con la de tu programa favorito, parece que le falta drama, emoción, le falta calidad a tu vida… ¡dios mío tu vida es un total aburrimiento!, claro que no, espera un poco. La idea que te venden no siempre es correcta, pero te la dan porque a la gente le gusta eso. No te van a poner a tu actor favorito fracasando y llorando porque no pudo cumplir sus metas, nadie lo vería. La televisión y los medios te darán ideas que vendan, no necesariamente que sean las verdaderas o las correctas.
33. Se amable con los nerds. Puedes terminar trabajando para uno. Todos podríamos.
Todos los recordamos. Solían ser los que elegían al final en los deportes. Esto nos deja una lección. Nunca subestimes a nadie.
Muchos de estos nerds logran sobresalir en la vida porque aplican esa misma dedicación que tenían en la escuela a otras áreas de su vida como la profesional o los negocios; mientras que los chicos populares también pueden sobresalir, aunque generalmente se ven con menos probabilidades.
Fíjate hoy. ¿No son los más millonarios del mundo unos nerds? Bill Gates, Warren Buffett, Sergey Brin o Larry Page, y que me dicen de Marck Zuckerberg, son personas que decidieron profundizar en lo que les gustaba y meterse hasta el fondo para ver lo que otros no veían. Durante el proceso aprendieron muchas cosas y lograron obtener beneficios de ello.
34. Los ganadores tienen una filosofía de vida. También los perdedores.
Los ganadores en la vida constantemente piensan en la frecuencia del yo puedo o yo podré. Los perdedores, por el otro lado, concentran sus pensamientos en lo que pudieron haber hecho o en lo que no pueden.
Los perdedores odian competir porque odian perder. Evitan ser probados porque les preocupa sentirse mal por fallar más que lograr una meta o desarrollar una habilidad. Los perdedores siempre tienen una excusa y culpan a los demás, siempre tienen la intención de hacer algo pero nunca lo hacen. Fácilmente se rinden, suelen magnificar los problemas y los obstáculos que enfrentan así que desarrollan el hábito de darse por vencido. Incluso se convencen de que no quieren ser ganadores. Se conforman y se casan con la mediocridad.
En contraste, los perdedores no tienen miedo de ser probados y no se asustan de competir. Traen lo que a los perdedores les falta, enfoque, preparación y perseverancia constante. Están dispuestos a pagar el precio del éxito y sacrificar lo que deban para alcanzar lo que quieren en términos de esfuerzo, trabajo y sudor. Saben como eliminar el ruido de su vida para mantener el enfoque en su visión y no salirse del camino.
Los perdedores compran billetes de lotería porque creen que el éxito es cuestión de suerte. Los ganadores saben que la suerte existe, pero que aumenta cuando trabajas duro y que su éxito depende de ellos así que toman las riendas de su vida.
35. Si tu trasero tiene su propio código postal, no es porque Mc Donald’s te forzó a comer todas esas Big Macs. Si fumas, no es la culpa de Joe Camel.
La llave para evitar la filosofía de vida del perdedor es resistir la tentación de culpar a otros por tus problemas o tus decisiones. No culpar a otros por lo que pones en tu boca es un buen inicio. Si estás comiendo alimentos malos para tu salud porque en tu empresa el comedor no es de tan buena calidad, entonces cocina en tu casa y lleva tu propia comida.
La exista de la comida chatarra, el alcohol o el tabaco no es justificación para probarlos, ni es su culpa estar ahí. La culpa es tuya por ceder a la tentación e ingerirlos. Tú eres el que toma la decisión siempre. Las cosas que te perjudican siempre existirán, así como las que te benefician, tú eliges pero luego no te quejes.
36. No eres inmortal
Tarde o temprano vas a morir. Aunque nunca hayas pensado sobre eso, algún día la muerte tocará a tu puerta y te invitará a irte con ella, aunque no le interesará tu respuesta, sólo te llevará y todo habrá terminado.
Así después de ser consciente de que tu tiempo es limitado, pregúntate que es lo que quieres hacer con tu vida, cuales son tus objetivos, cual es tu propósito, como lo vas a conseguir y comienza a avanzar hacia él lo antes posible.
Trabaja y disfruta los placeres de la vida. Encuentra el balance entre ser y hacer.
37. Estar conectado no significa que no eres un despistado
Aunque entres a Facebook, Twitter e Instagram todos los días. ¿Sabes cómo es la vida de tus padres? ¿Qué hicieron hoy? ¿Qué hicieron tus hermanos?
La vida moderna te llenará con información las 24 horas del día, información que por lo general te ayudará a ser menos consciente de tu entorno.
La vida no pasa frente a una computadora, así que no lo conviertas en tu realidad.
Cuidado con la era digital. No todo está en Google.
38. Ve a la gente a los ojos cuando los conozcas
Aprende a escuchar, ponles atención a los demás y trátalos con respeto. No hay peor hábito que no mirar a alguien a los ojos cuando te lo presentan, pues le estás diciendo que no te interesa su presencia. Las personas son más interesantes de lo que crees, aquellos que han vivo más y tienen más experiencias de las que imaginas pueden ser mucho más interesantes que tú.
39. La gente en las películas a blanco y negro eran de color en la vida real. Y no, el mundo no empezó cuando tú naciste
Las escuelas han convertido la historia en algo aburrido. Sin embargo es muy importante conocer lo que pasó antes de que naciéramos pues hay un gran conocimiento encerrado en aquellas generaciones que nos antecedieron.
40. A pesar de la campaña del billón de dólares para convertir tu cerebro en pudin de tapioca, intenta aprender a pensar claramente y lógicamente
Las ideas tienen consecuencias así que aprende a tomarlas enserio. Conviértete en un pensador activo, no en un seguidor de las ideas de los demás. Cuestiónate lo que haces y lo que los demás hacen.
41. No eres el primero ni el último que ha pasado por lo que estás pasando
Muchas personas piensan que sus problemas son únicos.
No obstante, no eres el primero que se siente sólo o que ha sido ridiculizado frente a otros. No eres el primero que ha sido rechazado por una persona del sexo opuesto o un grupo social. Tampoco eres el primero en llorar por tus problemas o sentir que a veces pierdes el control.
No te preocupes, mejor enfoca tu energía en soluciones. Sobrevivirás.
42. Cambia el aceite
Así como tienes que cambiar el aceite de tu auto regularmente o empezará a echar humo y podría resultarte costoso. Tienes que comenzar a trabajar para controlar los eventos, o ellos te controlarán.
El no hacer las cosas también tiene sus consecuencias.
43. No dejes que el éxito de otros te deprima
Estar deprimido por la fortuna de otros es horrible, la envidia es una emoción negativa y genera un estilo de vida negativo. ¿Qué bien te hace estar enojado por el éxito de otro? En la vida tarde o temprano te encontrarás con alguien que tenga más éxito que tú, no tiene caso que te moleste, envidiarlo, enojarte o sentirte mal por eso.
44. Tus colegas no son necesariamente tus amigos, y tus amigos no son tu familia
Como no puedes elegir a tu familia, elige a tus amigos cuidadosamente. No importa que tan buenos sean, nada reemplaza a tu familia, porque las personas más importantes en tu vida son tus padres, no tus amigos, tus maestros o tus compañeros de trabajo. Siempre estarán ahí cuando los necesites, algo que no ocurre con tus colegas o amigos.
Que pases mucho tiempo con ellos en la escuela o el trabajo puede hacerlo parecer que son tus amigos, pero las relaciones basadas en mensajes instantáneos no son necesariamente profundas.
La mayoría de la gente está gobernada por el interés, y cuando ya no les sirves te dejarán. Aunque es cierto que hay amigos verdaderos que no te dejarán ni en las malas. Por eso es importante que elijas con cautela a tus amigos. Si te juntas con perdedores la probabilidad de que te conviertas en uno será mayor, lo mismo aplica si te juntas con personas exitosas o cualquier otro tipo de persona.
45. Los adultos olvidan que tan aterrador es tener tu edad. Sólo recuerda: esto también pasará
Todo es efímero, todo termina y nada es para siempre. Las malas situaciones siempre pueden cambiar.
46. Pon atención a las personas y cosas a tu alrededor
El tiempo pasa rápidamente. Puede que no estés pensando en esto ahora, pero el tiempo también está pasando para otros en tu vida. Le está pasando a tu abuela, a tu tío y a tus amigos. Se están haciendo cada vez más viejos, sin importar de si te acuerdas de ellos o no.
Ve a tu alrededor ¿de quién te estás olvidando?
Aunque interrumpa tus objetivos o labores, aunque sea difícil o inconveniente, pon atención a las cosas y a las personas en tu entorno.
47. No eres perfecto y no tienes que serlo
Puedes estar tentado a verte como las celebridades, con (aparente) piel perfecta y un abdomen con cuadritos. Pero el mundo de las celebridades es una fantasía, tú habitas en el mundo real, donde la gente ocasionalmente tiene imperfecciones en la piel y algunos kilos de más.
Aparentemente muchos jóvenes tienen problemas con eso. Los medios les han vendido una realidad que ellos quieren tener pero que es imposible de lograr.
Buscar la perfección usualmente termina en frustración, porque siempre habrá alguien que haga más o que sea mejor que tú. Hasta los campeones tienen malos días y los santos también pueden equivocarse.
Pero no cometas el error de juzgar a las personas por sus defectos. Todos somos humanos y en algún u otro momento nos equivocaremos.
48. Cuéntate la historia de tu vida.
Empieza a hacerlo ahora. ¿Qué has hecho en tu vida? Ahora vuelve atrás y agrégale lo malo que has hecho, lo rudo, las mentiras, las traiciones y las cosas malas, balanceadas con todo lo bueno que has hecho. Esto te dirá como estás siendo.
El punto importante aquí es que veas tu vida como un cuento, una historia que tiene un propósito, más que sólo una serie de eventos aleatorios sin sentido. Las decisiones que tomes ahora mismo no solamente afectarán lo que pase en las siguientes semanas, sino que configurarán el resto de tu vida.
Pregúntate cual quieres que sea el propósito de tu vida.
49. No olvides decir gracias
No puedes imaginar el tiempo, el esfuerzo y el amor que ha costado cuidarte desde el milagroso momento desde que creciste: cambiarte los pañales, leerte para que durmieras, darte de comer, arrullarte, ver tus primeros pasos, llevarte a la escuela, hacerte la cena, comprarte ropa, comprar tus regalos de navidad, ayudarte con la tarea, curarte las heridas, llevarte al doctor porque estabas enfermo, asistir a tus actividades de la escuela, escucharte decir que los odias, los viajes familiares, ahorrar para tu universidad, los momentos de ansiedad, miedo y de increíble satisfacción, sorpresa y orgullo.
No te haría mal mostrarle gratitud a tus padres y a las personas a tu alrededor.
50. Disfrútalo mientras puedas
Claro que tus padres te harán enfadar, la escuela te aburrirá, el trabajo te molestará alguna vez pero algún día mirarás hacia atrás y verás que hermosa era la vida. En menos de un abrir y cerrar de ojos se abra ido. Saboréalo. Tal vez deberías comenzar ahora mismo.