En algún momento de tu vida terminas descubriendo que la felicidad dura poco y que ese sentimiento de alegría siempre pasará tarde o temprano.
La primera vez que compré un teléfono fue un momento de alegría que aún recuerdo; durante varias semanas ahorré dinero para comprarlo y cuando por fin pude comprarlo y lo tuve en mis manos sentí una sensación de júbilo porque lo estaba comprando de mi primer sueldo. Sin embargo con el paso del tiempo esa alegría se fue desvaneciendo y el teléfono ya no despertaba los mismos sentimientos de felicidad, más tarde me acostumbré a él y luego compré otro mejor…
Así pasa casi siempre; las cosas que te aportan felicidad no son eternas y tarde o temprano se van, desaparecen o te terminas acostumbrando a ellas. Sin embargo siempre las buscamos porque después de sobrevivir, el hecho de ser felices es la segunda cosas más importante en nuestra vida.
Una de las cosas en las que comúnmente se aplica esto es en el caso de las relaciones amorosas, se dice que uno puede enamorarse plenamente de una persona durante dos años y que luego ese sentimiento tiende a disminuir porque en realidad te acostumbras a ello y a convivir con esa persona, por lo que la felicidad ya no es la misma y deben buscar nuevas formas de encontrarla.
A lo mejor de pequeño o pequeña siempre quisiste tener una bicicleta y entre tanto insistir y soñar llegó por fin el día esperado en el que te la compraron, la montaste y aprendiste a manejarla, anduviste horas y horas, hasta que finalmente llegó un momento en que perdiste el interés por ella y la abandonaste en algún lugar de la casa.
Así pasa casi siempre con muchas cosas que poseemos u obtenemos, según la ciencia esto sucede por la propia naturaleza de los seres humanos, es decir que estamos programados para funcionar de esa manera ya que tenemos deseos de alcanzar cosas nuevas, pero una vez las tenemos tendemos a sobrevalorarlas y a aceptarlas como normales, por lo que sentimos la necesidad de buscar cosas nuevas.
La felicidad es un sentimiento pleno de bienestar en el cual sientes que nada te preocupa, pero lo curioso es que esos momentos de la vida no son eternos y siempre acaban en algún momento y por eso la felicidad dura muy poco.
Eso también explica porqué muchas veces iniciamos proyectos que más tarde no podemos terminar con éxito. Ese blog que empezaste y dejaste abandonado, esa casa que dejaste de mejorar o construir, esa carrera de estudios que dejaste abandonada, esas metas personales que simplemente hiciste a un lado porque pensaste que eran imposibles. Todo eso lo pensaste o iniciaste en un momento de felicidad cuando tenías una ilusión de concluir aquello con éxito, pero en algún momento te diste cuenta que era difícil de lograr. Y entonces desapareció la felicidad.
En realidad son pocos los momentos de alegría o de felicidad que encontrarás en la vida y lo único que puedes hacer es vivirlos al máximo, porque no sabes si mañana esos momentos estarán o cambiarán y tu felicidad se marchará a otra parte o simplemente ya no esté y se te escape de las manos como una mariposa…