La muerte es parte de la vida, es el ocaso de ella y quiérase o no todos estamos destinados a llegar a sus brazos algún día. La vida es el tiempo en que permaneces en este mundo y las acciones que realizan en este tiempo determinan precisamente si eres una persona feliz o no.
Pero, aunque seamos libres de elegir las circunstancias que nos lleven a ser felices, lo cierto es que muchas veces no nos atrevemos a tomarlas por lo que al final de la vida misma nos ponemos a pensar en las cosas que hubiéramos hecho y no hicimos.
En este sentido, una enfermera australiana llamada Bronnie Ware, experta en cuidados paliativos y enfermos terminales (enfermedades sin cura), escribió en el libro «confesiones honestas y francas de personas en sus lechos de muerte» una lista de los cinco principales arrepentimientos que tiene la gente antes de morir. Aunque hay muchos más arrepentimientos, estos serían los más comunes que la gente manifiesta en sus últimos días.
Ahora veamos cuáles son las cosas de las que se arrepiente la gente antes de morir…
1. Ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera
¿Cuántas veces has querido hacer algo y te has detenido por el miedo al qué dirán las demás personas? Se requiere una buena dosis de coraje para seguir nuestros sueños y anhelos, de hecho todos tenemos sueños que esperamos cumplir en nuestra vida, pero muchas veces no nos atrevemos a realizarlos porque pensamos que no está de acuerdo a lo que es aceptado como normal en la sociedad.
Mucha gente elige un camino que no desea solo para quedar bien con los demás, o simplemente abandonan sus sueños porque creen que lo que quieren es irrealizable. La sociedad nos limita muchas veces y son los demás quienes eligen por nosotros, desde las cosas que tenemos que decir, hablar, pensar o vestir, entre otras.
2. Ojalá no hubiera trabajado tanto
El trabajo puede darnos grandes satisfacciones personales y la sensación de que cumplimos logros. No obstante, demasiado trabajo nos aleja de nuestros seres queridos y de otras cosas que también son importantes para tener un buen desarrollo personal.
La adicción al trabajo puede hacerte perder momentos importantes de la vida, de hecho la mayoría de personas lo hace así, viviendo más de 60 años de su vida trabajando para darse cuenta en los últimos años que ya no tienen mucha fuerza o salud para disfrutar de lo que les queda de vida.
3. Hubiera deseado tener el coraje de expresar lo que realmente sentía
En muchas ocasiones, nuestra educación nos impide expresar lo que realmente sentimos acerca de alguna situación o alguna persona y nos limitamos por el simple hecho de tener miedo a lo que las otras personas pueden pensar o decir de nosotros.
Aprender a expresar nuestras emociones en el momento correcto, puede ser una llave para evitar el arrepentimiento. Cuántas veces has querido decirle Te quiero a la esa persona que está a tu lado y no lo has hecho. Cuántas veces has querido opinar respecto a una situación que no te gusta y que no quieres seguir aguantando más.
Tener el valor de decir lo que sientes es importante para tener una conciencia tranquila.
4. Habría querido volver a tener contacto con mis amigos
Con todas las actividades que nos exige la vida moderna, es común que no tengamos tiempo para nuestros amigos. Es fundamental balancear nuestro tiempo para compartirlo con aquellos a los que queremos. ¿A quién hace tiempo que no le hablas, pero te gustaría ver?
A lo largo de la vida conocemos a muchos amigos y amigas, pero con muchos de ellos perdemos la comunicación. Sin embargo hoy en día con la facilidad que nos ofrecen las redes sociales, saludar o enviar una felicitación a nuestras amistades solo tarda unos segundos. La cosa está en si nos decidimos o no a hacerlo.
5. Me hubiera gustado ser más feliz
El terror al cambio es un miedo razonable, pues implica cierto riesgo y una serie de consecuencias inesperadas. Pero mientras ese miedo nos petrifique, no seremos capaces de avanzar y lograr nuestros objetivos. Todo cambio es un riesgo, pero sin cambios no hay mejoras.
Hay muchas cosas que podemos hacer para ser felices y que sin embargo no hacemos, como por ejemplo quejarnos menos, criticar menos a las demás personas y ocuparnos más de nuestra vida, cambiar aquellas situaciones que nos lastiman o que destruyen nuestra felicidad.
Cualquier persona puede ser feliz si tan solo se decide a serlo. Aquí también es importante no arrepentirse de las cosas que hayas hecho en tu vida, ya que eso solo te estanca y te limita a seguir el camino de la felicidad. Cada mal paso o fracaso que hayas tenido es una lección, y como tal debes aprenderla para ser más fuerte.
De ahora en adelante no desees las cosas, simplemente hazlas y ya. No te quedes con la duda de qué habría pasado si lo hubieras hecho, porque es mejor llevar un fracaso que una duda toda la vida…