Las cosas que nunca tuve son tan sencillas como irlas a buscar


Las cosas que nunca tuve son tan sencillas como irlas a buscar

Siempre hay canciones que te gustan independientemente de quién o quiénes las canten no precisamente por el género musical o por la época en la que haya sido compuesta, sino por el mensaje principal que guardan y con el cual te identificas o bien por alguna estrofa en particular dentro de la canción.

Aunque la música actual carece de mucho sentido, hace algunos años atrás escuché una canción que en realidad sonaba diferente, es una de esas canciones que logra su propósito principal, el cual es dejarte pensando y quedarse grabada en tu mente. Se trata una canción llamada «La novia que nunca tuve», cantada a dúo entre Ricardo Arjona y Pablo Milanés.

En especial me gusta esa frase que dice Las cosas que nunca tuve son tan sencillas como irlas a buscar… y la verdad es que así sucede muchas en nuestras vidas, el miedo a luchar por lo que queremos realmente nos paraliza y nos obliga a quedarnos estancados sin abrazar la oportunidad de ser felices.

Si quieres algo con todas tus fuerzas no debes rendirte, no precisamente puede ser el amor de una persona, sino una meta o algo que quieras tener o ser. Si no te atreves a luchar por eso, posiblemente nunca lo logres, ya que la única manera de hacer tus sueños realidad es haciendo algo por que se cumplan. La suerte nunca llega sola, a menos que te levantes y salgas a buscarla.

Así mismo también nos recuerda que las cosas de la vida son temporales y que muchas veces el tiempo las cambia o nos las roba: Tuve un árbol, pero se secó, tuve un niño y entre mis manos creció, tuve un libro pero envejeció.

Recuerda siempre que las cosas que quieres siempre pueden ser posibles, no permitas que otras personas te digan que no pueden lograrse cuando en el fondo eso es lo que quieres realmente. Si vas a luchar por eso y fallas no hay problema puedes intentarlo de nuevo con más fuerzas, ya que la única persona que puede detenerte eres tú.

LA NOVIA QUE NUNCA TUVE

La gloria, como una nube,
Desaparece si miras otra vez.
La fama va envileciendo
Ese pedazo intacto que queda de ti.
Y ni siquiera el poder será
Capaz de neutralizar lo que se puede encontrar
Bajo una risa feliz y un sentimiento espiritual
Que te aguardan para hacerte bueno hasta el final.
Las cosas que nunca tuve
Son tan sencillas como irlas a buscar.

Tuve un árbol, pero se secó,
Tuve un niño y entre mis manos creció,
Tuve un libro pero envejeció:
El tiempo se llevó
Toda la inocencia que al nacer nos dio.
Las cosas que nunca tuve
Son tan sencillas como irlas a buscar.
Por eso, cuando te miro,
Ya sin ninguna duda creo adivinar
Que estoy a un paso de la verdad
Cuando presiento que sé lo que se puede encontrar
Bajo esa risa feliz y un sentimiento espiritual
Que me aguardan para hacerme bueno hasta el final.
La novia que nunca tuve,
Mi primer amor que siempre soñé.

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