Nunca te canses de preguntar


Este es un post corto y reflexivo sobre ese dicho que siempre has escuchado de que «el que hace una pregunta parece tonto por cinco minutos, pero el que no la hace es tonto toda su vida».

Cuando era más joven hace muchos años ya, jajaja, era una persona realmente tímida que no preguntaba muchas veces las cosas que quería saber por miedo a que la gente se burlara de mi o que pensara que estaba diciendo algo ridículo.

Ese es un miedo que muchas veces nos estanca y que padecemos a diario en cualquier parte; especialmente si has crecido en un ambiente donde pueden haberte reprimido demasiado, por lo que sientes temor a expresar lo que piensas y sientes.

De igual manera tienes miedo que te pregunten. En la escuela siempre me escondía detrás del pupitre para que la maestra no me preguntara nada a mi, y así no tendría que decir nada ni hacer el ridículo en la clase.

Cuando la maestra preguntaba si había quedado claro lo que había explicado yo decía si aunque no hubiera entendido algo, ya que si decía que no había quedado claro me hubiera preguntado qué era y tenía que preguntar de mi parte.

Pero a medida han pasado estos últimos años he ido dejando atrás ese temor, ese miedo que aveces nos estanca para seguir creciendo y aprendiendo en la vida. Si ahora tengo una duda o hay algo que no entiendo, suelo preguntarlo rápido.

Pareciera que es una habilidad que poco a poco se va aprendiendo en la vida; aunque en algunos casos son los niños quienes nos dan esta lección al preguntar cosas como «¿y por qué esto es así, papá?».

Padre explicándole algo a su hijo

Pregúntale al que sabe

En la escuela siempre que había examen, los que no estudiaban se sentaban a la par del más inteligente, y le preguntaban por las respuestas…

Por lo general si quieres llegar a un lugar que no conoces le preguntas a una persona que no ya ha estado ahí sobre cómo llegar.

Si quieres ir de turista a Brasil, por ejemplo le preguntas a alguien que ya haya ido sobre cómo es el viaje y cómo es el lugar, dónde comer o dormir, etc.

Si quieres crear un blogs vas y le preguntas a alguien que tiene uno y que sabe cómo crearlo desde cero.

Si tu auto tiene una falla buscas un mecánico y le pides que lo revise para que vea dónde está el problema.

Si te enfermas o te sientes mal de salud buscas un médico que te examine y determine la causa de tu malestar y así mismo te recomiende el tratamiento adecuado.

Es así, debes buscar al que sabe en cada situación y preguntarle lo que te molesta, lo que necesitas saber o lo que quieras hacer.

No puedes preguntarle a un mecánico sobre cómo bajar la fiebre.

El tiempo de la gente es limitado

Si vas a preguntar algo también recuerda que todos tenemos el tiempo limitado, es decir cada quien tiene sus ocupaciones, y a menos que se trate de una asesoría personalizada por la cual te esté cobrando, tendrás que tener paciencia para conocer las respuestas.

Así que se amable y paciente.

La otra persona también podría responderte en el momento en que tenga tiempo.

Pero no por eso dejes de preguntar.

Si estás hablando personalmente con alguien entonces tienes la libertad de preguntarle lo que necesitas sabes, pero siempre hazlo de forma amable y sean las preguntas correctas.

Evita preguntas demasiado personales, a menos que seas muy amigo/a de la persona a la cual le preguntas. No puedes preguntarle a un desconocido sobre cuánto gana exactamente en su trabajo, porque difícilmente te va a responder.

Anota lo que quieres preguntar

Algunas de las ideas que quieres investigar o cosas que necesites preguntar se te ocurrirán en el momento menos pensado; en la madrugada cuando no puedes dormir por ejemplo jajaja; así que ten siempre a la mano algo en qué anotar eso.

Una libreta, un papel, un bloc de notas en tu pc o una aplicación para tomar notas en tu celular, todo te puede servir.

Si no anotas, más tarde lo olvidarás.

Preguntar, aprender, experimentar y crecer

No preguntes lo que ya sabes, a menos que sea para comparar. En lugar de eso mejor invierte ese tiempo en preguntar aquellas cosas que tengan más sentido y que puedan ayudarte a aprender algo que no sabes.

No te canses de preguntar, esa es la herramienta más importante que tenemos los seres humanos para aprender de los demás.

De hecho simplemente preguntando puedes evitar errores que las demás personas han cometido y con ello puedes mejorar personalmente.

Si vas a escalar una montaña a alguien que ya lo logró puedes preguntarle por el mejor camino para llegar ahí y con eso te ahorrarás muchos deslices o caídas.

Recuerda también que no debes preguntar solo por preguntar, eso que te explican cuando preguntas debe ser puesto en practica si es algo que se aplica a tu vida y que puede ayudarte a ser mejor o a hacer mejor las cosas.

Eso es lo que nos ayuda a crecer cada día.

Recuerda que quien hace las preguntas correctas, obtendrá las respuestas correctas.

 

Si tienes alguna pregunta puedes dejarme un comentario.

Gracias por leer este blog. Nos leemos en un próximo artículo.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.