El camino es largo. Desde aquí no ves el final, porque es muy largo, pero ya has empezado a caminar. Pueda que estés al principio, a medio camino o casi llegando a tu destino. El sol te atrapa y transpiras mucho más de lo normal. A veces piensas que ya no puedes, y piensas en detenerte, en volver atrás.
Descansa, pero no te rindas. Cuando sientas que las cosas están difíciles y cuestan cada vez más es tiempo de tomarse un descanso, de hacer una pausa y buscar la sombra de un árbol donde puedas sentarte a pensar mejor las cosas y contemplar lo que sigue en el camino.
Momentos difíciles
A veces tenemos momentos en los cuales creemos que no podemos dar más de nosotros, pero son esos bajones de energía en los cuales podemos tomar más fuerzas para seguir avanzando. Es cierto que el camino es largo, no vas a llegar ahora o mañana, pero si algún día, si no te rindes.
¿Recuerdas que otras veces has logrado cosas aún más imposibles? Pues eso debes hacer ahora, superarte!
Descansa cuando tu mente se nuble y en ella solo hayan pensamientos negativos. Si la jornada es larga entonces debes parar un momento y recobrar fuerzas perdidas, porque paso a pasito se puede avanzar e incluso el caracol logra salir de esa manera de un pozo profundo.
No te rindas; las personas que se rindan cuando persiguen cosas que valen la pena más tarde se lamentan de no haber podido dar un poco más de si. Ahora es el tiempo para recordar eso, si sientes que tus pies no pueden seguir caminando. Si no te rendiste ayer ¿por qué vas a rendirte ahora?
Estás en una carrera en la cual hay muchos competidores y tú vas en último lugar, no importa, sigue corriendo, que eso no te limite, por que aveces en la vida cuando perdemos una competencia ganamos experiencia y eso nos nutre para seguir mejorando para ponerlo en práctica en el mañana.
Cuando por fin ya sientas que hayas descansado vuelve al camino, sigue caminando, todo esfuerzo tarde o temprano encuentra su recompensa. Vas a ser grande…
